Agosto
8
La
vida de otro, es territorio sagrado, descalza tu corazón cuando ingreses a ella.
Si estás entrando a este blog por primera
vez, te doy la más cordial bienvenida a mi vida, a la vida íntima de María Inés
Niud. Comencé a escribir hace muchísimo tiempo, lo hacía de forma esporádica,
en agendas y cuadernos, desde el 2009 hasta hoy lo he hecho con más frecuencia.
Pero a partir de enero de 2014 lo hago de forma sistemática para contarme
a mí misma, a Dios y a mi terapeuta cómo van las cosas. Al igual que
Murakami "soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas
hasta que las pone por escrito.” Esas y otras cosas más las he descubierto
durante este duro y gratificante proceso de conseguirme conmigo misma, de abrazar
mis sombras, de nadar hacia lo profundo y traer de vuelta: secretos guardados
dentro de naufragios y conchas de mar, luchas ingentes con peces enormes y
monstruos marinos; y aún así me sigue gustando el mar, quizás ahora me gusta
más, aunque no dejo de temer su inmensidad y sus misterios, sé que me permite
descubrir los tesoros que sólo están en lo profundo de mi ser.
Tengo muchísimas mañas al escribir, por
ejemplo, siempre pongo la misma música, y la repito una y otra vez. Si escribo
a mano lo hago en un cuaderno cosido cuya portada me haya cautivado, tiene que
ser atractiva, y es indispensable, que no tenga espirales. Los zurdos
aborrecemos esos cuadernos que nos impiden usar la totalidad de la página del
lado derecho, incluso cuando me han regalado algunos particularmente hermosos,
he intentado usarlos de atrás hacia adelante jeje. Cuando escribo lo hago
de un tirón, siempre conectada con mi corazón, con mi interior, lo hago a solas
y puerta cerrada, y luego de que está listo el texto puedo estar un buen tiempo
leyendo y releyendo, reescribiendo… un poco obsesiva tal vez. Lo disfruto muchísimo,
te invito a que lo pruebes tú.
En los textos que conforman mi blog están
mis lágrimas y mis sonrisas, mi buen y mal humor, mis amores y mis
desencuentros, mis temores y miserias, también está lo más sagrado: el deseo de
que mi vida sea agradable a Dios, quien me creó e inscribió en mi la vocación
de escribir (de bucear en mi alma) para que no muriera deprimida y llena de
dolores en mi cuerpo. Todo ello lo he ido descubriendo durante este proceso, el
cual es imposible sin la ayuda de un ejército de ángeles que me manda Dios a
diario. Por todas estas verdades compartidas, y muchas otras que irás
descubriendo en los fragmentos de mi diario, te invito a leer mi vida y le pido
a Dios que algo de eso que comparto te sirva para hacerle las preguntas que
necesites a tu psique, a Dios y a ti mism@.
Siempre agradecida, Ma. Inés Niud
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