lunes, 14 de septiembre de 2015

¿Acaso los sueños se hacen realidad?

Agosto 15

¿Acaso los sueños se hacen realidad?

Hoy quiero compartir con ustedes un texto que data del 26 de abril de 2009. 
"Ahora que me acerco a los 50, que me falta poco para jubilarme, que-estoy-estable, que de nuevo me acerco a ti Señor, ahora qué me falta, qué duendes rondan por mis deseos y mis temores:
¿Cuáles mis sueños?
 ¿Cuáles mis miedos?
Sueño con encontrarme a mí misma
respetarme hasta el punto de sólo estar y hacer realmente de lo que estoy convencida que necesito y deseo hacer,
no lo que está bien
lo que es correcto
lo que yo creo que otros esperan de mí
Sueño con tener paz y tranquilidad
Sueño con que me dejen de importar las compras o los asuntos de lujo
Sueño con aumentar mi fe y poner mi vida en manos de Dios
Sueño con renovarme y no seguir siendo la misma
Sueño con poder vivir el presente y disfrutarlo, con dejar de temer el futuro y los acontecimientos que podrán suceder
Sueño con acallar los temores que rondan mis días y noches
Gracias Dios porque todavía tengo sueños"
Hoy leo este texto y me asombra su contenido porque durante esa época estuve realmente deprimida, aunque en ese momento no era capaz de reconocerlo. Comparto esta oración porque me sorprende, que después de 6 años, mis deseos sigan siendo los mismos. Sin embargo, la distancia entre la meta y el camino ya no es tan difusa y tan distante, y sonrío, porque ahora mi fuero interno es un territorio explorado y reconocido por mí, y hoy por hoy puedo ser más sincera con lo que siento o quiero, lo he ido descubriendo. ¡Gracias Diosito! Sonrío porque una gripe terrible se apoderó de mí en estos días de revisión y de preguntas, de volver a tropezarme con la impotencia y con la limitación de que no todo lo puedo asir o saber.
Qué ironía, en ese texto digo: "que me dejen de importar las compras o los asuntos de lujo", y proféticamente, en esta Venezuela en bancarrota ya se resolvió por lo que al lujo respecta, pero las compras, ahora con otra connotación, preocupan mi cabeza y me trasladan a un futuro incierto lleno de escasez y miseria, una permanente frustración cuando en las colas de los abastos veo vencer al abuso de poder y a la viveza criolla... sigo sin acallar los temores respecto al futuro, pero ahora puedo dormir, conciliar el sueño sin ninguna pastilla, té o sucedáneo, en el fondo hay una mayor confianza en ti, y de nuevo te digo: ¡gracias Señor!
Y aquí estoy, gracias a este don que me permito utilizar y compartir con otros, espantando mis miedos y temores, aquí estoy Señor, de nuevo ante ti, para darte gracias por cumplir mi sueños, por permitirme vivir para seguirlos conquistando, disculpa si a veces me lleno de frustración y me invade la derrota, disculpa si a veces creo que las cosas son como yo las pronostico y no como tú las quieres, disculpa si esta gripe es sólo un berrinche interno porque no me permito romper  a llorar como una chiquita a quien le arrebataron todos los sueños de clase media, de todos aquello por los que luché, de joven y adulta, para cuando fuese grande. Disculpa que todavía esos duendes sigan ahí diciéndome esto no es justo, no lo es para mí ni para nadie, así lo muestra esta tristeza colectiva manifiesta en agresivos virus que causan terribles dolores y afecciones bronquiales. Hoy te presento esta tristeza y esta herida, hoy esta rabia y esta impotencia, las pongo en tus manos y deseo dejarlas ir. Pongo también mis sueños en tus manos Señor, a quien le pedí de todo para gozar de la vida y quien me dio la vida para que me  gozara en ella.

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