viernes, 25 de septiembre de 2015

¿Jugamos para el mismo equipo?


Septiembre 23


¿Qué te parece si jugamos para el mismo equipo?


Bueno, las decisiones no se toman sólo para decir y no hacer, hay que actuar. La contracción muscular de mis piernas, y su consecuente dolor, anuncian que algo he de hacer, que preciso moverme. Seguramente requiero soñarme sin mi dependencia de ti, sin seguir apegada a mis pensamientos derrotistas y trágicos, a los que tú les das volumen, y a los que cómoda e internamente se adhiere esa parte de mí que no cree que pueda lograr con éxito algo distinto para lo que fui criada y concebida. Siempre seré la rara de mi familia: los-escritores-son-raros (o locos) y los actores sin fama más aún. Y tú Eligio que escogiste esa misma orilla, en tu familia: era-motivo-de-orgullo-tener-un-hijo-poeta, tampoco has podido con la tristeza y la frustración de que la gente no lea tu palabra, la que tanto dolor te cuesta sacar afuera, tus fantasmas son otros pero provienen de la misma ralea, son producto de los mismos miedos. La sospecha interior acecha: ¿cómo vencerla? ¿Cómo acallar esa voz interna que sabotea todo emprendimiento con dudas y miedos? ¿Cómo saber que son mis sueños o los sueños de aquellos de quienes me quieren ver desplegar las alas? … en fin… ¿Qué te parece si decidimos que jugamos para el mismo equipo? ¿Qué ahora sí tenemos un oponente común? ¿Qué te parece?
        Tener este blog es la concreción de un sueño: poder escribir y ser leída, escribir casi a diario, saber que tengo lectores que se toman un tiempo para leerme, incluso algunos me han escrito por correo y me han comunicado sus impresiones, cuánto se los agradezco. Por lo pronto me gustaría hacerlo más interactivo ya que todavía no resuelvo (técnicamente hablando) eso de que la gente publique sus comentarios y yo los pueda ver para interactuar con quienes me leen, y entre los lectores. No sé qué me sucedería si algún lector(a) me dé una opinión negativa sobre lo que escribo, pero creo que me siento preparada para ello, quizás no para la indiferencia, que gracias a Dios no se ha producido, pero a veces me causa un poco de ansiedad no poder tener alguna medida del impacto, o de los comentarios de los lectores. Quiero mantener el entusiasmo y seguir actualizando este modo de comunicarme tan sagrado para mí como lo es la escritura.
        Parte de este sueño es iniciar mi formación en escritura terapéutica, creo que es el tipo de escritura que hago en este diario, me encantaría hacerlo para luego crear espacios en los cuales la gente pueda utilizar la escritura como una herramienta para conocerse a sí misma o para mejorar la comunicación consigo misma, su entorno y con Dios, y poder compartir mi propio proceso de autoconocimiento con la gente, por los momentos, esos son mis planes. Hasta el presente, y gracias a Dios, he tenido salud, deseos de escribir, y mucha tela que cortar jaja. Supongo que luego del blog vendrá algún libro o conversatorios públicos, y esas cosas que ya experimenté en el ámbito académico, pero en todas me veo sola, todavía no se perfila nada a 2 voces y a 4 manos… sería fantástico escuchar el batir de tus propias alas, a mi lado, y en la misma cancha, quién sabe. Ahí pues te regalo mis sueños y el espacio para que puedas también soñar con algunos de ellos. Un matrimonio basado en el amor y en la complicidad es la herencia que sueño dejarle a Leo y  a nuestros nietos, ¿qué dices te animas a buscar otra forma de jugar sintiendo que somos del mismo equipo?

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